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Gestión de Talento Humano: la retadora tarea que permite la supervivencia de las empresas

Dentro del entorno empresarial, las organizaciones se han forzado a modificar radicalmente sus estrategias de negocio. Esta situación ha sido necesaria para que se mantengan operando, generen mayor competitividad y  tengan rentabilidad a corto plazo.

Esta situación ha cambiado la perspectiva de negocio de las empresas, quienes ya no solamente se enfocan en la reducción de costos operativos, incremento de ventas, amplitud de mercados, tecnología, etc. Más bien estas estrategias, han tenido un giro a lo interno de las organizaciones, prestando mayor atención a la persona que se encarga de diseñar, la que distribuye, la que vende y la que se preocupa porque el cliente esté satisfecho. Lo más valioso de la empresa es el recurso humano.

Este giro de enfoque de lo externo hacia lo interno es mucho más complejo de lo que parece; es como dirigir una gran orquesta con muchos músicos plasmando su talento en la ejecución de diversos instrumentos, pero siguiendo una misma melodía. De esta forma la gestión de talento, permite dirigir al recurso humano de la organización, ubicándolos en lo que mejor saben hacer y logrando que estos se sientan cómodos en su área laboral.

Es de relevancia citar una frase de Richard Branson, CEO de Virgin Group: “los clientes no son lo primero… los empleados sí. Si cuidas de ellos, ellos cuidarán de tus clientes”. Es una frase muy acertada, derivado a que, si un empleado no se siente a gusto con lo que hace esto se refleja en las acciones que realiza.

De acá se deriva un cambio simple pero muy poderoso, cambiar el rol de empleado a colaborador o socio; lo cual permitirá un mayor aferro e identificación hacia la empresa y, sobre todo, el posicionamiento de la marca como empleadora (Employer branding).

La gestión de talento humano, permite la creación de estratégias para sumergirse dentro del mercado laboral y captar a los mejores (Top talent). Este personal excelente brindará  valor agregado a cada uno de los puestos en la organización y por ende los resultados seguramente superarán las expectativas. Esto no es nada fácil, si bien conseguirlo será complicado, mantenerlo dentro de la organización lo será aún más.

Surge entonces el concepto Employee Experience (Experiencia de empleado), el cual engloba todo lo que las personas viven, observan o sienten a lo largo de su etapa de empleado en una organización; desde la entrevista previa a su incorporación, pasando por la inducción, capacitación y su desarrollo profesional hasta la finalización del contrato; e incluso más allá si mantienen alguna relación con sus compañeros o si sigue hablando de su trabajo en posteriores entrevistas, redes sociales, etc.

Los procesos de gestión de talento humano, permiten incorporar y desarrollar procesos fundamentales en el desarrollo de toda organización. Estos son:

  • Reclutamiento, selección y contratación: al incorporar personas a la organización, se debe pensar cuidadosamente en el perfil de cada una. Es necesario que las personas encajen perfectamente con la cultura de la organización y para ello se debe identificar previamente los comportamientos, valores y competencias requeridas. No centrarse únicamente en los títulos.
  • Inducción y capacitación: debe ser estimulante para consolidar la sinergia del empleado con los valores organizacionales. Una buena capacitación convertirá a la nueva incorporación en un nuevo embajador de la marca; conseguirá que los colaboradores estén en sintonía con los objetivos de la empresa y harán todo lo posible para alcanzarlos con éxito.
  • Involucramiento y buen trato: Para que el compromiso de los empleados ayude a impulsar o mejorar la experiencia del cliente, el feedback o retroalimentación continua debe ser la esencia de la cultura de la empresa.

Dar prioridad a las necesidades de los colaboradores ayudará a construir la marca, precisamente porque ellos son el reflejo de la organización dentro y fuera de la oficina. Cuando los empleados están satisfechos y comprometidos, conectan mucho más y mejor con el cliente.

  • Buen clima laboral: Cuanto más cómodos se sientan los colaboradores, más querrán estar en el trabajo y se obtendrán mejores resultados.
  • Ambiente digital: incorporar tecnología a la organización, puede agilizar funciones y aumentar la productividad. La tecnología facilita la colaboración y la comunicación abierta, ya que permite fácilmente que los empleados puedan hablar de manera instantánea. A través de diferentes herramientas se puede agilizar la gestión de proyectos, crear recursos colectivos y conseguir que los nuevos colaboradores se adapten mucho más rápido a su trabajo.
  • Reconocimiento: El feedback constructivo, o sea que ayuda al aprendizaje, genera unas dosis de compromiso prácticamente inquebrantable en el equipo de trabajo. Del mismo modo que un cliente valora y agradece un trabajo bien hecho, el jefe debe hacerlo con el equipo.

En conclusión; médicos, abogados, docentes, especialistas, consultores, todos trabajan para un cliente final, sea otra empresa, un particular, la sociedad o incluso el Estado. La experiencia y satisfacción del cliente es por donde pasa el éxito de la gestión de talento humano, y esa experiencia exitosa comienza y termina con el trabajo de los colaboradores.

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