La magia de componer música

Por: Da Vinci

22/04/20

6 min
de lectura

Si llegaste aquí es por una sencilla razón: la música es parte importante de tu vida. Según estudios especializados nos cuentan que esta rama artística nació hace alrededor de 51 mil años, cuando las tribus nómadas encontraron gusto a la vida sedentaria al asentarse en valles fértiles para crear pueblos y ciudades.

El Homo Sapiens fue capaz de imitar el sonido de la naturaleza, las compartía con sus semejantes cuando se reunían en torno a las hogueras al mismo tiempo que nacía la capacidad del storytelling, que es la costumbre de contar historias a las cuales sentimos especial atracción. Además de imitar los sonidos tenía la capacidad de distinguirlo de aquellos sonidos que constituían su estructura de lenguaje que posteriormente se convertirían en idiomas y lenguas.

¿Te imaginas la experimentación en esas primeras melodías? Nos imaginamos una emoción indescriptible al descubrir cada cambio de sonido, cómo se les iba siendo necesario ir más allá y crear música más variada que tocara el sentimiento de sus semejantes.

¿Cómo podemos nosotros componer música?

Es verdad que existen diferentes métodos o fórmulas para componer, que si bien pueden resultar bien o mal están ahí para que la creatividad e innovación les den vida. ¿Sabías que la mayoría de canciones “pop” están compuestas con tres acordes? Esta característica se llama la Teoría de los tres acordes. Esta teoría consiste en que en cualquier tono existen tres acordes que aparecen en cualquier progresión básica. Puedes utilizar en cualquier orden estos tres acordes cuando inicies una composición y sonarán perfectamente bien. Esta es la base de cualquier canción a la que puedes mezclar tus propias líricas y quién sabe, podrías ser la nueva estrella de música que Guatemala está esperando.

Estos tres acordes los puedes encontrar en cualquier tono fijándose en la Escala Mayor. Un tip sencillo para hacerlo más sencillo es tocar el acorde que da el tono a la canción, luego te diriges a la cuarta y quinta nota de esa escala y podrás escuchar que tienen relación. Juega con esas combinaciones y notarás que tiene una amplia variedad de aplicaciones.

Vamos a darte un ejemplo para hacerlo más práctico: tomemos la escala de Do mayor, que no tiene sostenidos ni bemoles

Los acordes primarios son tres:

El llamado acorde Tónico, del cual está construida la armonía sobre la nota que en este caso es Do mayor.
El acorde Subdominante: la cuarta nota, en este caso contamos a partir de Do y la nota es Fa.
El acorde Dominante: la quinta nota, en este caso contamos cinco notas a partir de Do la cual da como resultado: Sol.

Es decir en el tono de Do, el acorde dominante es Sol y el subdominante es Fa. Es decir si tocamos esos tres acordes juntos en una canción sonarán bien, no importa el orden o el ritmo. En teoría musical el acorde Tónico se simboliza con el número romano I, el acorde Subdominante con el IV y el dominante con el V.

No por nada, Harlan Howard dijo aquello de: «Todo lo que necesitas para escribir una gran canción son tres acordes y la verdad.”

¿Qué más me puede ayudar a crear música?

Si bien es relativo todo lo que puede ayudar a un músico a componer una canción debido a que es una expresión artística que nace de la más profunda inspiración de cada ser humano, te compartimos una serie de recomendaciones que puedes tomar en cuenta para inspirarte y dejar volar tu imaginación:

Lee mucho y de todo: estamos seguros que eres de las personas que aman leer, sin embargo, es importante que leas no solo lo que te gusta. Lee literatura a la que no estés acostumbrado para conocer nuevos conceptos, nuevas interpretaciones y conocer la conjugación de diferentes verbos. Descubre esas palabras que hacen vibrar emociones y aquellas expresiones que provocan que las personas se enganchen a un libro o una canción.
No te limites con la música: en la misma línea de la recomendación anterior, déjate empapar de nuevas melodías y date la oportunidad de descubrir nueva música. Te darás cuenta que existe un universo de música que te estás perdiéndote por encasillarte en un solo género. Este consejo es de mucha ayuda para inspirarte y que tu oído sepa distinguir diferentes afinaciones y matices que no está acostumbrado a escuchar regularmente.
Escribe lo que sientes: un error común es de presionarte a escribir solo «lo bueno». Libera toda tu inspiración a través de las letras, no importa si crees que no tiene sentido o una lógica continua. Para aprender un nuevo hábito es indispensable la práctica diaria, por eso, lleva siempre contigo una libreta o descarga alguna aplicación en tu celular que te permita escribir mientras el semáforo está en rojo, tomas tu desayuno o estás en casa. Descubrirás que poco a poco irás puliendo tu creatividad y plasmaras vivencias más personales o metáforas que antes nunca habrías pensado escribir.
Estudias estructuras musicales: en YouTube existen diversos canales dedicados al análisis de las canciones más importantes de la historia como ShaunTrack o Jaime Altozano, quienes de manera pedagógica y fresca dan a conocer conceptos, métricas y datos interesantes que te ofrecerán una nueva perspectiva de la música. Estos ejercicios te ayudarán a simplificar tus composiciones, brindarles contexto y podrás crear tus propias estructuras para experimentar en nuevas corrientes musicales ¡No te limites!
Se vale copiar: sí, leíste bien. ¿Sabías que Slash, legendario guitarrista de la banda de Hard Rock Guns N´ Roses, no conoce las escalas musicales? Él en sus inicios se limitaba a escuchar a sus guitarristas favoritos, copiaba los solos y luego se dedicaba a improvisar sobre la misma melodía una y otra vez hasta que desarrollaba una nuevo riff en base a la original. Luego en su carrera musical utilizó este mismo método con las nuevas canciones que componían con su banda y que posteriormente se convirtieron en nueva inspiración para otra generación de guitarristas. Como ves, copiar es un buen punto de partida, pero es importante que no te quedes solo en eso. Explora, innova e inspirate para crear composiciones únicas que se vuelvan algún día en el punto de partida de otros músicos en el futuro.
Ten una grabadora a la mano: se dice que Keith Richards, guitarrista de la legendaria banda The Rolling Stones, compuso su éxito «Satisfaction» en una noche que le llegó la inspiración, así que puso su grabadora, tocó los acordes pero se quedó dormido. Al día siguiente con su banda escucharon segundos de música y horas de ronquidos. ¿Imagínate que no hubiera tenido grabadora a la mano? Nos hubiéramos perdido ese hit. Ahora con la tecnología, los celulares son los aliados principales para grabar lo que necesites cuando quieras. Graba todo lo que ejecutes, así sabrás de primera mano tu evolución, las áreas que necesites mejorar y qué material puedes utilizar para desarrollarlo de mejor manera.
Estudia, estudia y estudia: sonará lógico pero es necesario pulir el talento natural a través del estudio especializado en la música. Estudiar música no solo te aportará lo básico para componer música, te hará convertirte en un profesional que transforme su entorno y su comunidad a través de la aplicación y enseñanza de la educación musical. Guatemala es un país que ama la música, así que esta es una oportunidad para convertirte en un referente para las nuevas generaciones.