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El outsourcing ha ganado popularidad en la última década a medida que las empresas crecen y sus necesidades comienzan a ser demasiado específicas. En ocasiones, el talento  necesario para ocupar algunos puestos no se encuentra fácilmente en el mercado nacional. Además, con el incremento de los emprendimientos locales, la tercerización significa una forma para que los empresarios encuentren talento internacional.

Dicho en palabras simples, el outsourcing o tercerización es la práctica de obtener bienes y servicios de un proveedor extranjero. Esto es frecuente en industrias nuevas o de tecnología, pues aún no hay suficientes profesionales especializados en el país. Por ejemplo, desarrolladores de software o profesionales de la industria del reciclaje.

¿Qué es Business Process Outsourcing (BPO)?

La externalización de procesos empresariales o BPO, por sus siglas en inglés,  es una práctica en la que una empresa contrata a una organización para realizar una tarea o un proceso que es necesario para las operaciones. Estos servicios pueden incluir soporte al cliente, registro de datos, contabilidad, marketing en redes sociales, nóminas u otros. Estas funciones suelen ser complementarias y no las actividades básicas del negocio.

Antes de contratar un servicio de Outsourcing hay que tener en cuenta varios factores. Algunos de ellos son:

1 – ¿El servicio es esencial para tu compañía?

Hay empresas que subcontratan todos sus servicios y solo se dedican a la gestión. Aunque puede ser muy efectivo, proceder de esta manera supone un alto riesgo. Cuando se externalizan los servicios fundamentales de la empresa, todo está en las poder de otro. Si este último comete un error grave, repercutirá en la empresa que lo gestiona. Por lo tanto, recomendamos no tercerizar aquellos servicios que constituyan tu propuesta de valor. Por ejemplo, una Agencia de Diseño no debería subcontratar a sus diseñadores pero sí puede hacerlo con el personal que da soporte a las computadoras.

2 – ¿Tienes especialistas dentro de tu empresa que puedan realizar ese servicio?

Cuando se necesita un trabajo muy específico, es improbable que una empresa tenga los recursos humanos necesarios, pues no se puede tener especialistas en todas las materias. Por lo tanto, puede resultar más sencillo subcontratar personal técnico especializado. Por ejemplo, si estás en proceso de crear un sitio web pero tu empresa se dedica a los seguros no necesitas un programador en tu planilla pero si alguien que brinde estos servicios temporalmente.

3 – ¿Qué coste va a suponer?

Analiza bien todos las necesidades a cubrir y el presupuesto. Si es una contratación temporal probablemente sea la mejor opción pero si requieres de estos servicios con frecuencia debes compara el coste de contratar a un equipo permanente versus la tercerización.

4 – ¿Confías en la empresa contratada?

En una relación comercial tan estrecha, la confianza ha de ser mutua. Es por ello que debes de sentirte cómodo brindando la información necesaria para trabajar de manera eficiente. Analiza bien la situación y si no vas a poder aportar los datos con tranquilidad, sigue buscando.

Aunque muchas empresas pueden iniciar estos procesos de contratación de forma aislada, por cuestiones legales y de logística es necesario contar con un especialista al respecto. Universidad Da Vinci está consciente de la necesidad de especialistas, es por ello que hemos creado un programa dedicado a formar a los mejores profesionales en la materia. Descubre nuestro Técnico en Business Process Outsourcing.