Universidad Da Vinci de Guatemala | Educación que transforma

El tema del comercio exterior ha cobrado un enorme interés mundial.  Los grandes grupos económicos se han desarrollado gracias a que han sido eficientes en este sentido.  En todos los medios de comunicación se reportan nuevos tratados de libre comercio que siguen apareciendo como fórmula para acercar a los productores y los consumidores de todo el mundo. 

Basta ver la historia de la humanidad, cómo ha ido evolucionando del trueque al uso de monedas y metales, bancos, billetes, cheques, dinero plástico, transferencias bancarias y lo más reciente, el dinero electrónico y el surgimiento de las criptomonedas (bitcoins).   Esto ha surgido como respuesta a la exigencia de los compradores y vendedores, nuevas vías y formas de comunicación, uso de tecnología, etc. 

Las reglas de hacer negocios han cambiado dramáticamente y seguirá sucediendo en el futuro.  Aparecerán nuevos términos de comercio internacional (incoterms) que sean entendibles en todo el mundo, para brindar certeza a las operaciones comerciales que se realicen. 

El comercio exterior debe ser eficiente en tiempos y en costos, ya que las grandes corporaciones internacionales requieren cada vez más, mayor capacidad de carga y menos tiempo de tránsito a un precio razonable. Un reciente ejemplo de esto, es el Canal de Panamá que se ha ampliado para dar servicios a los enormes barcos que transportan mayor cantidad de contenedores (TEU), en sus largas travesías desde el lejano oriente y otras regiones. 

Otro componente importante que afectará el comercio exterior es la llamada cuarta revolución industrial.     La primera, marcó el paso de la producción manual a la mecanizada; la segunda, la introducción de la electricidad y la producción en masa.  La tercera, con la introducción de la electrónica, telecomunicaciones y tecnología de la información (TI). 

La cuarta revolución industrial trae la tendencia a la automatización total de los procesos productivos y el uso de las impresoras de tercera dimensión (3D).   Con esto, nuevamente el comercio exterior se está viendo sacudido y dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) emiten recomendaciones, instrucciones, reglas, etc. que permiten que las operaciones sigan fluyendo de manera eficiente. 

En Centroamérica, estos cambios ya comienzan a verse.   Vemos cómo se negocian tratados de libre comercio cada vez más, la urgencia de las grandes potencias económicas a consolidarnos como un solo mercado incluyendo a Panamá; la necesidad de nuevas instalaciones portuarias, aeroportuarias y fronterizas que respondan a la creciente demanda de productos para satisfacer las necesidades de los más de 50 millones de centroamericanos que actualmente somos, un mercado muy digno de tomarse en cuenta. 

Nuestra legislación vigente a nivel regional, debe adaptarse al ritmo creciente de las operaciones de comercio exterior.  Vemos a las autoridades nacionales a través del Consejo de Ministros de Economía (COMIECO) tratando de responder a los compromisos del  Acuerdo de Facilitación de Comercio (AFC) firmado en Bali, por los gobiernos de la región. 

Actualmente, también las principales leyes regionales están siendo revisadas por grupos técnicos público-privado  para cumplir con los avances requeridos por la OMC mediante los instrumentos firmados por el gobierno guatemalteco. 

La implementación de la tecnología y programas informáticos avanzados es también la orden del día: 

Revisiones no intrusivas, uso de escáneres, ventanillas únicas de importación y exportación, instalaciones aduaneras adecuadas, equipos de cómputo e internet de banda ancha, son los principales aspectos a considerar. Para ello se cuenta con apoyo de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) y de diferentes agencias internacionales de gobiernos amigos. 

Es aquí, donde nuestra escuela de comercio exterior y aduanas ofrece al alumno, la posibilidad de encontrar su desarrollo profesional mediante una profesión que le permita el conocimiento de la legislación emanada de la OMC y de la organización mundial de aduanas (OMA), la legislación aduanera centroamericana, sus reglas de negocios, tecnología utilizada en los países más desarrollados y todas aquellas herramientas necesarias que el sector productivo nacional requiere, para que el comercio exterior fluya como en el resto del mundo.