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Para inicios de diciembre de 2019, las actividades económicas alrededor del globo mostraban una tendencia moderada al crecimiento, recuperándose aún de los efectos negativos de la crisis financiera que nos afectó mundialmente en 2008-2009. Y en gran parte, esa recuperación debe mucho a la globalización: Mercancías y personas viajando constantemente de un lugar a otro, acrecentando las oportunidades comerciales entre socios de distintos países, incrementando el volumen del comercio internacional.

Y de repente, surgieron las primeras noticias sobre el Covid-19. La OMS tuvo noticia por primera vez de la existencia de este nuevo virus el 31 de diciembre de 2019, al ser informada de un grupo de casos de «neumonía vírica» que se habían declarado en Wuhan (República Popular China). En ese momento, para los ciudadanos comunes y corrientes de Guatemala, dicha enfermedad no parecía representar amenaza alguna. Después de todo, Asia se encuentra muy lejos de nuestro país.

Pero fue precisamente a globalización mundial que le dio una rapidísima propagación al virus, ya que viajeros que habían estado en China regresaban a sus países de origen y facilitaron el contagio. En Guatemala, el primer caso se registró el 13 de marzo de 2020. A partir de ese momento el gobierno de la república ha emprendido una lucha frontal contra los efectos de la pandemia, para ello, cuenta con el apoyo de un aliado fundamental para la rápida recepción de los insumos necesarios desde el extranjero: La Intendencia de Aduanas.
Dado que el Gobierno aprobó la exención del Impuesto sobre el Valor Agregado IVA y de Derechos Arancelarios de Importación DAI a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres CONRED –, Iglesias, organizaciones y asociaciones de beneficencia que importen con el fin de traer mercancías críticas para la atención de la emergencia del COVID 19, la Intendencia de Aduanas, en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) empezó a utilizar en forma inmediata el procedimiento ágil para los envíos de Socorro (PR-IAD/DNO-DE-15) e implementando la verificación física de los bienes sin la presencia del declarante, agilizando el ingreso de insumos como medicamentos, mascarillas, jabón y alcohol en gel, desinfectantes, termómetros digitales, etc.

El 25 de febrero ingresó a Guatemala este lote de vacunas donadas por el gobierno de Israel; horas después se iniciaron las jornadas de vacunación en los hospitales General San Juan de Dios, Roosevelt, Temporal Parque de la Industria, Especializado de Villa Nueva y Temporal de Quetzaltenango. India donó 200 mil dosis de vacuna AstraZeneca, las cuales ingresaron el 2 de marzo, permitiendo que se expandieran las jornadas de vacunación a otros hospitales y áreas de salud del país.
La Aduana de Guatemala, al igual que las Aduanas de alrededor del globo, han mostrado su rápida adaptabilidad al repentino cambio en los flujos de comercio que provocó la pandemia, evitando el colapso económico y social de los países, a través de sus continuos esfuerzos por agilizar y facilitar el ingreso de los bienes necesarios para combatir los efectos devastadores del virus. Solo queda agregar: Gracias aduaneros, porque sus actos hablan más que las palabras.