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Cuando se habla de emprender se nos viene a la mente muchas frases que se relacionan a diario con emprendimiento como; superar miedos, no acomodarte, esfuerzo diario, ideas creativas, trabajo en equipo, etc.  Pero muchas veces dejamos de lado una de las características más importantes para alcanzar el éxito y es aprender de los fracasos. 

Estas pocas palabras encierran una gran oportunidad para cualquier persona que quiera tener su propio negocio o tenga la inquietud de realizar un nuevo proyecto.  La cultura dominante no incentiva el aprendizaje desde el fracaso, posiblemente porque suele relacionarse con una etapa dolorosa de nuestra vida, alguna experiencia que nos trae un mal recuerdo que deseamos olvidar.  Es muy probable que tengamos pendiente de aprobar esta asignatura en la vida, entender esta sentencia tendría que haber sido una parte importante de nuestra educación primaria, ya que nos da las bases para alcanzar el éxito en todo lo que emprendamos. 

Aprender de los errores o fracasos se vuelve fundamental si queremos alcanzar algo importante en nuestro camino, ya que el fracaso nos une a todos como seres humanos, todos hemos fracasado en algo, pero pocos analizan qué lección le ha dejado esa experiencia y cómo puede mejorar en su próximo emprendimiento.  Cuando logramos extraer dicha lección, estamos evolucionando en nuestra madurez como personas y como profesionales, muchos suelen cometer los mismos errores y se preguntan constantemente ¿por qué me pasa a mí esto o aquello? Cuando lo importante sería preguntarnos ¿qué estoy haciendo para que me vuelva a pasar esto? ¿qué debo aprender de esta experiencia? ¿cómo puedo mejorar a partir de esta situación? 

Podemos entender que fracasar es parte de emprender, ya que necesitamos aprender diferentes lecciones, pero lo importante de ese proceso es quedarnos con el aprendizaje y seguir adelante. 

Bill Gates, presidente de Microsoft nos deja esta frase: “Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones del fracaso”.  Enfrentar el futuro para cualquier persona requiere superar muchos retos, la ansiedad de estar preparado para ganar no debe nublar las lecciones que nos deja el presente. 

En muchos ámbitos de la vida el fracaso se mira como un final, pero es una visión errónea, ya que puede ser el principio de grandes cosas que están por venir. Esta perspectiva es aconsejable desarrollarla en todo lo que hagamos en nuestra vida, pero sobre todo para un emprendedor puede convertirse en el momento de hacer grandes cambios y encontrar soluciones a los problemas que se presentan, entendiendo que el fracaso no es el fin sino parte de la experiencia que nos llevará al éxito. 

Algunas veces necesitamos empezar desde cero, en los negocios es muy común que tengamos momentos en los que los problemas nos aquejan y no vemos más allá del momento que estamos pasando, pero es necesario utilizar nuestra capacidad de convertir las amenazas en oportunidades, las mejores decisiones que un emprendedor puede tomar, tienen que estar basadas en experiencias propias y ajenas, sobre todo en lecciones aprendidas de los retos que hemos tenido que superar. 

Según la organización Bloomberg, líder en investigación de negocios, 8 de cada 10 emprendedores que inician empresas fracasan en los primeros 18 meses. A pesar de ser un porcentaje muy alto de frustración es necesario comprender que el fracaso puede llegar a convertirse en el principal activo de un emprendedor, ya que tendrá que cosechar esas experiencias para llegar a encontrar el negocio que le proporcione la libertad financiera que busca. 

Cuando desee emprender recuerde esta gran lección y seguramente encontrará en las experiencias que tenga, grandes enseñanzas que le llevarán a una sabiduría que le permita en un futuro cercano, lograr triunfos constantes y heroicos, el fracaso será una gran escuela de la que nos graduaremos seguramente con grandes honores.