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En nuestra rutina diaria tomamos en cuenta diferentes aspectos que tienen que ver con la salud general de nuestro cuerpo, regularmente tomamos en cuenta los síntomas físicos para tomar una decisión sobre los cambios de vida que debemos afrontar. Sin embargo, se suele dejar de lado un tema importante como es la salud mental.

Según la Organización Mundial de la Salud, la salud mental es un componente integral y esencial de la salud. La Constitución de la OMS dice: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.» Una importante consecuencia de esta definición es que considera la salud mental como algo más que la ausencia de trastornos o discapacidades mentales.

«La salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad».

De este concepto nace la necesidad de velar por considerar a la salud mental como un pilar importante de los días en que vivimos. Expertos analizan que esta situación que vivimos es similar al que se experimentan en otro tipo de emergencias en las cuales se estima que una de cada cinco personas experimentará problemas en su psicología.

¿De qué manera nos afecta?

Actualmente vivimos una etapa de confinamiento que no habíamos vivido con anterioridad. Diferentes analistas consideran que el aislamiento provoca diversas reacciones en las personas que pueden llegar a experimentar estrés, irritabilidad, nerviosismo, miedo e incluso hasta culpa. También indican que puede agravar cuadros de depresión, dificultades de concentración o insomnio.

Hasta cierto punto es normal este tipo de síntomas, debido a que si bien nos encontramos realizando home office o tareas de la universidad, el entorno cargado de noticias nada alentadoras, pueden aparecer síntomas de tristeza y ansiedad. También tiene mucho que ver con el ambiente en que se viva y cómo puede influir en una mejora de los síntomas.

Las personas más vulnerables son los enfermos y de la tercera edad quienes tienen mayor probabilidad de ser afectados gravemente por este nuevo virus. Por otro lado, se encuentra el personal de la salud, quienes en este momento se encuentran saturados de trabajo y se han visto casos en los que debido al miedo de ser portadores del COVID-19, sufren discriminación y estigma en los lugares donde residen. Otro de los grupos sociales afectados por este confinamiento son las mujeres y niños, en donde se ha visto un aumento de casos de violencia contra ellos en los últimos 30 días.

Por eso es importante identificar cómo es el entorno donde te encuentras para identificar posibles riesgos a tu salud mental y cómo puedes afrontarlos. Otro punto importante a tomar en cuenta es que debido a la gran cantidad de herramientas con las que contamos hoy, se suele caer en la sobreexposición a la información, que en muchos casos aumenta la carga de ansiedad para algunas personas.

¿Cómo podemos evitar que los síntomas se agraven?

El confinamiento pese a que desde fuera puede verse como negativo, podemos extraer elementos positivos: como retomar aficiones olvidadas, probar cambios de look, terminar ese libro pendiente o analizarnos y cambiar cosas en nosotros mismos.

Sin embargo, nada sustituye la compañía humana. Por eso toma en cuenta mantener siempre el contacto cercano con tus amigos, reír y dedicar unos momentos del día para compartir nuestros sentimientos. Hazlo a través de las diversas aplicaciones que nos ofrecen contacto vía videollamada, por chat o por lives en Instagram. No hay excusas para vivir aislado.

No dudamos que has leído mucho acerca de generar rutinas y es debido a la importancia que tiene en la psicología. Aunque no lo creas mantenerte en pijama todo el día o variar tu horario de dormir y despertar afecta en gran manera como te vayas a sentir y tu energía. Dedica horas específicas para tus tareas, para el entretenimiento, para ver memes, para ver YouTube y notaras una importante diferencia a no hacerlo.

Sonará lógico, pero haz lo que te gusta. Producto del confinamiento, diversas personas han expresado que en su desesperación por mantenerse ocupadas han iniciado a realizar tareas que no los satisfacen. Esto puede ser contraproducentes y crear mayor rechazo a esta etapa que estamos viviendo. Realizar actividades que de verdad te gusten. Aprende sobre diversos temas como música, psicología, temas de misterio o incluso cursos online para hablar en público. Las crisis son oportunidades ¡Aprovecha el tiempo!

Tips para mantenerte activo

• Higiene personal: Dúchate, péinate y vístete como si fueras a salir a tu trabajo o universidad. Te sentirás más confiado y con más energía. No pases todo el día en pijama.
• Haz deporte: Es necesario que te mantengas activo. Haz ejercicio por lo menos 125 minutos a la semana. Toma ideas de entrenadores en Instagram como ejercicios básicos. Luego podrías inscribirte a algún gimnasio online que te brinde seguimiento a tu evolución.
• Sigue una dieta: consulta con un experto acerca de las porciones que debes consumir para evitar que consumas alimentos bajos en vitaminas y proteínas necesarias.
• Atento a tus objetivos: el tiempo en casa puede provocar que frenen el impulso por lograr tus objetivos. Apúntalos y tenlos en algún lugar visible para que no los pierdas de vista y apartes un momento del día para verificar que se lleve a cabo. En este momento es cuando tienes que planificar cuidadosamente todas tus tareas para evitar perder el tiempo.
• Gestiona tus emociones: En estos días es absolutamente normal que las personas estén agobiadas, irritables, desconcertadas, tristes o preocupadas. Sin embargo, no es normal que sea todo el día, por eso es importante darnos un momento para conocer lo que sentimos y analizar si estamos haciendo lo correcto.

Tras haber experimentado esta etapa de aislamiento, podrías experimentar emociones encontradas. El mejor modo de dar un cierre a lo vivido es hablar sobre la enfermedad y compartirlo con las personas más cercanas. Si alguna de ellas sufrió problemas como los que describimos o se agravaron síntomas de insomnio, comían en exceso o no comían, tuvieron dificultades para funcionar normalmente en su vida diaria, anímalos a pedir ayuda con un profesional.

¿Te interesaría profundizar acerca de temas de psicología? En Universidad Da Vinci de Guatemala contamos con la Licenciatura en Psicología Clínica, Maestría en Psicología Clínica y de la Salud, Licenciatura en Psicología Industrial. En todas nuestras carreras contaras con apoyo personalizado y contenidos actualizados para que seas un profesional que incida directamente en el desarrollo de Guatemala. Y no te preocupes por salir de casa, en nuestra universidad podrás contar con la posibilidad de aprender a través de clases virtuales.

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