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Tuberculosis, una vista histológica

La tuberculosis es una patología de tipo bacteriana causada por Mycobacterium tuberculosis en casi el 90% de los casos.  Es un bacilo delgado de cuatro micras de largo, gram positivo, que resiste la decoloración con alcohol ácido, afectando principalmente a los neumocitos o células principales pulmonares; es decir, actúa principalmente sobre los pulmones, es previsible y curable.  Dada su virulencia con características nocivas y patogenias de un microorganismo, lo hace un agente patógeno al cual se le debe prestar atención. 

La tuberculosis se transmite de persona a persona, a través del aire.  Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Sólo se necesita que una persona inspire una pequeña cantidad para ser infectada; también, se transmite por ingesta.  Es decir, al tragar un poco del agente patógeno de inoculación directa que se lo transmitan mediante una inyección o de forma indirecta de la madre al feto.  Ya que ingresó al cuerpo humano, se abre paso para llegar a los pulmones. 

Cuando el Mycobacterium tuberculosis consigue llegar al alvéolo pulmonar, se produce una ligera reacción inflamatoria en la que predominan los polimorfo nucleares, células que no son normales en la observación del tejido pulmonar. 

Una vez que el bacilo tuberculoso alcanza la zona periférica del pulmón, es reconocido inicialmente por el macrófago alveolar.  El bacilo tuberculoso que ha sido fagocitado por los macrófagos alveolares, es transportado por los linfáticos hacia los ganglios hilares, donde se encuentra con los linfocitos T.  Es allí cuando los macrófagos infectados les presentan a las células T, alguno de los variados antígenos que tienen las mico bacterias, en los pacientes con VIH o pacientes inmunocomprometidos.  Estos linfocitos T no están activos, por lo que la agresividad de la tuberculosis en ellos es mayor. 

Luego, conllevan una serie de reacción histopatológicas hasta llegar a la destrucción bacilar por enzimas lisosomales, que llevan a la lesión tisular y una forma especial de necrosis, llamada caseosa por su parecido a algunos quesos, conformándose así la lesión patológica más característica de la tuberculosos, que es el granuloma con necrosis central caseosa. 

A medida que los macrófagos mueren y liberan los bacilos o sus productos, nuevos macrófagos entran al sitio y fagocitan a las bacterias y permanecen en el sitio del inoculo. La tuberculosis es un agente patógeno de alta virulencia y multidrogeresistente, por lo cual se debe tener sumo cuidado con ella, ya que su forma de transmisión es fácil y es de alto costo para el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, evitando generar gastos innecesarios en tratamientos que no tendrán efecto. 

Es importante realizar una prueba de sensibilidad para brindar el tratamiento adecuado. El diagnóstico certero es relevante, al momento en el que un paciente llega con los síntomas de la TB, ya que mientras es diagnosticado, este paciente ya infectó de 10 a 15 personas más. 

Educar a la población mediante charlas o conferencias sobre la importancia de visitar al médico cuando tenga síntomas de fiebre, tos o gripa con más de una semana de evolución y explicar sus consecuencias de forma directa, es de gran importancia.  Exigir al médico un mejor diagnóstico también lo es, pues en su mayoría ésta es una enfermedad prevenible y curable en su etapa temprana. 

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    siomara mazariegos dice:

    dinde puedo realizarme la prueba de tuberculina

    Heidy Hernandez dice:

    Hola, Siomara. Puedes abocarte a los diferentes centros de salud o a los hospitales para obtener más detalles.