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Mientras lees este artículo, probablemente tendrás agendada por lo menos una videollamada para las próximas horas. Tras la llegada del COVID-19, las aplicaciones de videollamadas se ha convertido en la vía principal de comunicación. Hoy abordaremos sus ventajas, desventajas y qué consejos puedes aplicar para evitar el cansancio mental y físico que traen consigo las videollamadas.

En un día normal, las personas tienen cientos de encuentros comunicativos con sus amigos y compañeros de trabajo, que no solo se concentran en el ámbito verbal, también incluye las señales, muecas, movimiento de manos y sonidos, los cuales tienen vital importancia para analizar si el receptor le interesa lo que decimos, si nos está viendo a los ojos, o si está haciendo alguna mueca. Incluso sabemos que solo con un movimiento de ojos, alguien está comunicando que no le interesa o no le convence lo que estamos diciendo.

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A través de una videollamadas, estas señales se ven afectadas, por lo que nuestro cerebro tiende a querer interpretar a través de una pantalla el rostro de sus interlocutores, provocando que la atención se propague en todos los rostros y no se concentre en uno solo. Al final del día, este esfuerzo se traduce en agobio mental que con el paso del tiempo afecta a todo el organismo. En esta misma línea, una llamada telefónica es menos agobiante, debido a que debemos concentrarnos en una sola voz.

Por este motivo es que muchas personas en la actualidad tienden a sufrir de “fatiga de zoom”, como se ha bautizado al cansancio de tratar de analizar y prestar atención a todas las personas que participan en una llamada a través de las pantallas. Aunque creamos lo contrario, este tipo de interacciones a escala digital, tienden a ser más agresivas para el cerebro, sobre todo en casos donde las videollamadas son excesivas durante el día. Por eso, no es de extrañarse que muchas personas indiquen en redes sociales que en estos días de confinamiento en casa, se sientan más cansadas por las actividades laborales.

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Sin embargo, en otros casos, este tipo de interacciones a través de videollamadas ha sido de “bendición”. Como es el caso de las personas que sufren ansiedad, pánico escénico o personas con autismo, las cuales tienden a tener dificultades para platicar con varias personas. En estos casos sienten tranquilidad al minimizarse los momentos para socializar. Uno de los beneficios de las videollamadas es el de poder comunicarse con personas que viven en el extranjero o lejos de nosotros, sin necesidad de salir de casa, tener un contacto más o menos directo con los demás y contar con la posibilidad de crear dinámicas en grupo para hacer menos tensos los días que estamos en casa.

Como en toda actividad laboral te recomendamos que se organicen videollamadas que sean estrictamente necesarias y aprovechar otras plataformas como correo electrónico, WhatsApp o una simple llamada telefónica. A veces lo más funcional es volver a lo básico.

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Si tienes agendadas videollamadas, sigue estos consejos para que no presentes ninguna dificultad:

Haz pruebas previas

Antes de iniciar una videollamada con tu grupo de trabajo, prueba que se escuche correctamente, verifica que tengas buena señal de internet y cuida el orden en tu lugar de trabajo. Son detalles que a la larga te harán ver más profesional.

Iluminación correcta

El tipo de iluminación en una videollamada debe ser suave. No debe quedar totalmente sobre de ti, ni a los lados. En la medida de lo posible, aprovecha la luz natural y posiciona tu escritorio en un ángulo que alcance un buen equilibrio entre luz y sombra.

Cero ansiedad

Si bien ya hemos analizado los problemas que conlleva recibir videollamadas en todo momento, intenta realizar ejercicios de respiración para relajar tus músculos y tranquilices tu cerebro antes de cada reunión. Toma aire profundamente, contén la respiración por unos segundos y exhala con suavidad. Cada uno de estos pasos debe durar alrededor de cuatro segundos.

Cuida tu postura

Recuerda que aunque sea un medio informal, debes cuidar tu imagen. Cuida tu ropa, tu pelo y tu postura. Mantén una postura recta pero cómoda, te recomendamos verificar que tu silla esté a la altura correcta. Cuida que el fondo de tu habitación esté lo más ordenado posible y preferiblemente que tengan colores neutros o blancos.

Evita las distracciones

En una videollamada se suele amplificar los ruidos de fondo. Evita que tus mascotas, hermanitos, niños o música afecten tus conversaciones. Preferiblemente haz tus videollamadas a puerta cerrada o en lugares que sepas que tendrás concentración absoluta.

Tono y manera

Como en toda conversación, debes cuidar la manera en que dices las cosas y qué palabras eliges para comunicar tus pensamientos. Verifica que estés a una distancia prudente del micrófono para evitar que tu voz se escuche muy fuerte o por el contrario se escuche muy lejana. Habla de manera tranquila, espontánea y dulce. Evita el tono “dictatorial”.

Como hemos analizado, es importante gestionar nuestro tiempo y elegir correctamente los momentos en que estamos en modo laboral o estamos en modo relax. Es esta etapa de confinamiento a causa del Coronavirus, debemos cuidar nuestra salud corporal, pero también darle su debida importancia a la salud mental. Además que sabemos que una mente relajada es más creativa y dinámica ¡Comparte estos tips con tu grupo de trabajo!

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